17 febrero 2011

Arena en los zapatos

A veces pienso que estoy engañándote, que te despisto con lo que digo aquí acerca de mí, acerca de lo que me pasa. Hoy voy a sincerarme un poco más. A dejar un poco más claro lo que realmente soy.


No te equivoques, parezco de verdad pero no lo soy. Sólo soy un muñeco al que le han arrancado el corazón. Soy como una de esas imágenes holográficas que se ven en los museos, tan reales pero tan falsas al mismo tiempo. No intentes acercarte demasiado, si lo haces desapareceré, mi cuerpo se convertirá en fina arena. Eso es todo lo que quedará de mí.


Mi boca no sirve para nada, no te hagas ilusiones, aunque la veas moverse, no tiene vida, no sirve para besar. A mis manos les pasa algo parecido, jamás podrán acariciarte. Mis ojos, aunque parezca que miren, en realidad no ven nada, están ciegos. Y así con cada rincón de mi cuerpo.


Perdona si no te he avisado antes. Es lo que tiene poseer un cerebro de trapo. No piensas en las consecuencias, porque en realidad no puedes pensar en nada. Mi cerebro de trapo simplemente no sirve para pensar. Me pregunto de donde surge todo esto que aparece aquí escrito.


Sólo te pido una cosa. No me odies. Piensa que no vale la pena. No tengo corazón. Solo soy un sueño.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta soñar y aun mas cuando los sueños son compartidos. Y no t preocupes jamás seré capaz de odiarte porque te quiero demasiado.

Anónimo dijo...

Nunca me he acercado demasiado ni lo haré porque no quiero que desaparezcas.
Me dolería tanto que te convirtieras en arena, todo tu en fina arena........
No quiero ni imaginarlo. No lo resistiría!!

musogato dijo...

Tampoco te tomes este post demasiado literalmente. No es más que otra forma de hablar de "mis miedos". En realidad, lo que a mí me gustaría sería poder tenerte muy cerca y no convertirme en arena. ¿Sería eso posible?

Anónimo dijo...

Solo tu puedes saberlo. Atrevete a acercarte y comprobar q pasa nada. Yo estaré a tu lado, sabes q puedes contar conmigo....