01 abril 2010

La muerte ignorada

Vivir es complicado, ya lo decía ayer. Aprender a vivir es un arma de doble filo, pues cuanto más aprendes más se complica todo. Quizá la solución sea aprender a morir. Perderle el miedo a la muerte y aprender a quitarte la vida. A su debido tiempo. No hay prisa. Al fin y al cabo me parece una causa de muerte muy digna, y sobre todo muy libre.

¿Has pensado alguna vez en hacerlo? Yo sí. Supongo que es normal. Yo creo que todo el mundo lo ha pensado alguna vez. Creo que no sería capaz, eso sí, pero pensarlo si lo he pensado. A lo mejor no soy capaz porque no lo he aprendido, porque nadie me lo ha enseñado. Me parece que podría ser una materia interesante para incluir en futuros planes de estudios.

Hay quien piensa que en el trasfondo de esta causa de muerte siempre hay una enfermedad mental, o una crisis vital, o una situación de aislamiento social. Quizá sea por eso que estas situaciones estén tan estigmatizadas, y que la gente parezca no querer hablar de ello. No es la primera vez que tengo la sensación de que alguien intenta ocultar que un allegado suyo muere por este motivo.

Y sin embargo, yo lo veo de otra manera. Algunas de estas muertes autoprovocadas seguro que están basadas en cuestiones filosóficas, o incluso morales. Seguro que persiguen un fin liberador, una escapatoria de la vida alternativa a las habituales. Y que quieres que te diga, me parece una muerte tan digna como otra cualquiera. ¿Por qué ignorarla?






7 comentarios:

kateme dijo...

La muerte, queramos o no, no se opone a la vida, la muerte está incluida en nuestro guión de vida.

Pero nuestra sociedad la evita, la teme, nadie nos enseña a acercarnos al dolor, a la tristeza, a la muerte. Jugamos a fingir que no existe. Por eso, nadie habla de muerte y aún menos de suicidio. Nadie quiere saltarse las normas del juego social en el que vivimos.

Yo también he pensado en desaparecer de este mundo en alguna ocasión, en atravesar " la linea" como dice un amigo eufemizando el suicidio.

Y coincido contigo que es tan digna como cualquier otra. Quien es nadie para vaciar la dignidad de quien ha decidido irse?
La dignidad no debe perderse nunca, y aún menos consentir que se la arrebaten a quién ha tomado la decisión probablemente más dura y personal posible.

Y eso no me impide pensar en los que quedaron, en los que amaban a esa persona y que jamás volverán a verle, a hablarle, a sentirle. No puedo olvidarles porque les siento muy cercanos. Me imagino su angustia, su dolor, su sentimiento de culpabilidad, su eterna quiebra.

Aún así, el conocimiento de la verdad no alivia la tristeza que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar esa tristeza. Lo unico que podemos hacer es atravesar el dolor esperando aprender algo de él, aunque dudo si nos servirá la proxima vez que la tristeza y la muerte nos visiten de nuevo.

No quiero, me niego a ignorar ni la muerte del que se ha ido ni el dolor de los que quedaron en el camino tras su decisión.

Anónimo dijo...

...lo que yo pienso del suicidio es que me produce una gran tristeza que nadie haya conseguido darle a otra persona una razón para vivir...

musogato dijo...

Bueno, se me ocurren muchas respuestas eso. Por ejemplo, igual ese alguien si existió pero ya no...

...De todas formas todo tiene q acabar algún día. ¿Por qué no vamos a ser nosotros mismos los q decidamos cuando y como? Nos mereceremos ese derecho, digo yo...


Muchas gracias por vuestros comentarios!

Anónimo dijo...

Si no me parece mal que cada uno decida su momento... cada cual sabe sus circunstancias... solo pienso que la vida tiene muchas cosas bonitas como para querer vivirla. No sientes curiosidad por lo que vendrá? No te han pasado cosas muy buenas cuando ya no esperabas nada? Y crees que alguien que te haya querido, exista ya o no, desearía que acabaras con todo?
Si, me parece muy digno que uno decida cuando acabar. No te lo niego. Y acepto ese derecho. Solo opino que, incluso en los momentos malos, ocurren pequeños milagros a nuestro alrededor, todos los días. Pero a veces no se ven tan fácilmente... hay que buscarlos...
Quizás sea simplista, pero a mi me gusta pensar que cada día vale la pena. Y es cierto, todo acabará algún día.. pero para mí es como una buena novela... no quiero perderme ningún capítulo!
Un saludo!!!

musogato dijo...

Si en el fondo estamos de acuerdo, cada día vale la pena, incluso el último...


Saludos

kateme dijo...

Hola a todos:
Por fin se abre el debate en este post...
Me gustaría decir a anónimo que qunque comparto su visión de la vida, que yo no definiría como "simplista" sino como vitalista, considero que a veces uno no puede poder ni querer ver los pequeños milagros diarios...
Creo que la vida es un acto tan individual: venimos solos al mundo y de la misma manera nos vamos. Por supuesto que nos llevamos todo lo qeu hayamos podido vivir, disfrutar, interiorizar pero sigue siendo un acto intimo, personal.
También creo que el buscar una razón para vivir en otra persona es un acto de irresponsabilidad personal porque si esa persona te falla, desaparece...que sería de tu vida en ese momento?
La vida nos es propia, asumamos toda la dimensión de la responsabilidad.
Como dice Eduardo Galeano," En el fondo, el acto de vivir a pesar de todo, es un acto de sagrada locura."

Saludos locos para todos

FILO dijo...

¿No es la vida una carrera hacia la muerte? Entonces, por que no decidir en abandonar la competición cuando queramos. Total, ya que no elegimos nacer, que menos que elegir morir. Al final, debería primar la libertad por encima de todo. Lo difícil es saber si quien decide tan atrevido acto, lo realiza con conocimiento de causa y consecuentemente. Ese es el dilema.
(Gracias Musogato por la dedicatoria. Lo digo por lo de "arma de doble FILO" jejejeje)