17 noviembre 2008

La risa sardónica

¿Alguna vez has soltado una carcajada y luego ya no has podido parar de reír? Tú que me conoces, sabes que a mí me ha pasado en más de una ocasión. Al principio es agradable, algo te hace gracia y, simplemente, te echas a reír. El problema es que luego te entra como un ataque de histeria y no puedes parar. Lo que había comenzado como algo gracioso, termina por convertirse en desagradable, porque te duelen los músculos de la mandíbula y las lágrimas se te saltan de los ojos a pesar de que ya has dejado de verle la gracia. No sé muy bien que explicación darle a esta situación, pero tengo una teoría.

Creo que el motivo que ha originado la risa abre una especie de puerta en tu mente que te hace ver lo absurdo del mundo. De repente, te das cuenta. Cuando lo ves tan claro, cuando por fin vislumbras esta incongruencia irracional y sin sentido, todo te hace gracia, incluso tu propia existencia. Entonces ya no puedes parar. No puedes parar esta extraña y paradójica mezcla de risas y desesperado desconsuelo. Entonces ya es tarde para escapar de este colérico ataque de risa. Demasiado tarde.


(Naoko en la Fontana di Trevi, Roma)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡LA DE VECES QUE ESO ME HA PASADO!!1 (AYUDADO O NO POR DIVERSAS SUSTANCIAS) Y SI, HAY LO ABSURDO TE DESBORDA. POR CIERTO ¿QUIÉN ES NAOKO?

musogato dijo...

Naoko es una amiga que vino con Sakamoto y conmigo cuando fuimos de viaje a Roma...

...y cuidadín con las "sustancias".