18 julio 2008

Nuevo nombre

He pensado una cosa. Ahora que me he formateado, ahora que empiezo de nuevo, que parto de cero; quizá sería conveniente cambiar también de nombre, para que la transformación sea completa. Te puede parecer que eso es secundario, que es simbólico, pero hay que prestar atención a las pequeñas cosas, ¿no te parece?

1 comentario:

Anónimo dijo...

EL NOMBRE ES ALGO TAN INTRINSICAMENTE PROPIO Y PERSONAL, QUE DA MIEDO TRATAR DE CAMBIARLO O TRANSFORMARLO A NO SER QUE VAYA IMPLICITO CON UNA NUEVA VIDA COMPLETAMENTE DISTINTA, UN TRASTORNO DE PERSONALIDAD O UN CAMBIO FÍSICO SIGNIFICATIVO. PUES EL NOMBRE COMO LA MATERIA NI SE DESTRUYE NI DESAPARECE. SÓLO SE TRANSFORMA.