17 julio 2007

Insomnio

El calor es bochornoso y no puedo parar de dar vueltas en la cama. No sé en que pensar para relajarme y así poder dormir. Ya no sé ni que hora es. Ya no sé ni como ponerme. Si me coloco boca arriba al poco rato comienzo a sentir humedecida, por el sudor, la franja de piel que en mi espalda está en contacto con las sábanas. Esta incomoda situación me hace cambiar rápidamente de postura. Quizá de lado soporte mejor el calor, pues hay más superficie de mi cuerpo en contacto con el aire, sin embargo, me encuentro con otros inconvenientes. Por un lado mi cabeza se apoya de lado sobre la almohada y eso hace que en poco tiempo sienta un calor horrible sobre ese lado de mi cara, intento solucionarlo girando frecuentemente la almohada, pero esto no parece ser suficiente. Por otro lado siento una terrible incomodidad en el hombro que se apoya sobre el colchón, lo que hace que al poco tiempo deba rodar sobre mí mismo para cambiar el lado sobre el que me recuesto. Entonces pienso si no será mejor colocarme boca abajo, y lo pruebo, pero esta parece ser una peor postura, pues noto enseguida una tensión en mi zona lumbar y también sobre mi cuello, intento solucionarlo retirando la almohada, pero entonces ya tengo mi pecho y mi abdomen empapados en sudor y me pongo a buscar otra alternativa.

Decido levantarme, retirar la cortina y mirar a la calle. Aún es de noche, son las tres de la madrugada. Esto por un lado me tranquiliza pues supone que aún tengo una última oportunidad, todavía puedo dormir unas pocas horas antes de tener que levantarme para ir a trabajar, pero por otro lado no me seduce mucho la idea de tener que volver a enfrentarme al calor de mi cama. Alargo el momento yendo a tomar un vaso de agua fresca, pero es inevitable, debo intentar dormir algo, mañana me espera un duro día, debo volver a la cama. Y vuelvo a enfrentarme a ella, vuelvo a dar un millón de vueltas, vuelvo a no saber que hora es, pero ahora ya no me importa. Ahora ya sólo deseo una cosa, solo deseo ver, bajo la oscura cortina de mi ventana, el primer resplandor de la mañana.



(Budapest, hace un año)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola musogato! Después de bastante tiempo, estoy aquí de nuevo. Escuché todas (o casi todas) las canciones, y tienes razón, son preciosas. Supongo que sabrás que soy la de hace unos cuantos post, la que cree que a veces la vida te pone señales delante para que actúes. Sabes, no me ha ido mal después de hacer eso que no quería hacer…duermo mejor por las noches…
Y tú? Duermes mejor? Sabes, a veces cuando leo lo que escribes, intento imaginarme a que te refieres, hilar las cosas para reconstruir la historia que estás contando, la tuya o la de musogato, o la de los dos… pero a veces me cuesta, no me puedo imaginar de qué estás hablando en realidad... Supongo que de eso se trata, no? Que a veces te entiendan, y a veces no..que otras nos inventemos tu historia los que te leemos.. o que no nos inventemos nada y simplemente leamos tus reflexiones..
He visto que últimamente te escriben menos comentarios pero también he visto que te siguen visitando todos los días (incluso 41 visitas en un día hace muy poco!!). Yo personalmente, cuando puedo me conecto y veo por donde va esta historia. Así que quería decirte que ánimo, que enhorabuena, que tiene mucho mérito y que personalmente a mí me encanta este blog. Que nos hacemos perezosos y no escribimos, pero nos gusta leerte.
Te envío un empujoncito desde aquí para que nos sigas sorprendiendo como hasta ahora!
Un saludo y buen verano!!

musogato dijo...

No sabes lo que te agradezco este comentario. Tienes bastante razón en todo lo que me dices. Gracias...

...y feliz verano!