12 febrero 2007

Expectativas

¿Porqué nos sentimos defraudados? ¿Porqué sufrimos tantas decepciones? ¿Porqué nos creemos engañados? ¿Porqué tantas desilusiones? ¿Porqué tanto desencanto? ¿Porqué?
Y me estoy refiriendo a todos los aspectos de la vida.
La cuestión me surgió el otro día cuando salí del cine, me habían hablado tan bien de la peli, la crítica era tan buena, que no pude sentir otra cosa que no fuera decepción cuando salí de la sala. Fue entonces cuando me surgió la cuestión de qué habría sucedido si no hubiera tenido ninguna información previa del film, si hubiera ido “virgen” al cine, sin referencias. Probablemente lo que habría sucedido es que jamás hubiera tomado la decisión de ir a ver esa película, pero si por algún motivo esto no hubiera sido así y hubiera tenido la oportunidad de ver la peli sin ninguna idea preconcebida, creo que podría haberla visto de otra manera, seguro que me hubiera causado otras sensaciones, seguro que me habría sentido de otra forma.
Esta experiencia me ha hecho pensar que el motivo de nuestra decepción es nuestra idea previa de las cosas. Esperamos tanto a veces, tenemos tantas expectativas, que luego resulta que la realidad no le llega ni a la suela de los zapatos de nuestra imaginación, de lo que esperábamos. Y el caso es que creo que esta idea se puede extrapolar a otras situaciones, casi te diría que a todas, incluso a las que más afectan a nuestras vidas, como las relaciones personales. Piénsalo un poco.
Joder, me vienen mil casos a la cabeza, mil situaciones.
Menos mal que como toda regla, ésta también tiene su excepción. Me he acordado de una ocasión en que esto no fue así, en que no me sentí defraudado. Y eso que tenía grandes expectativas, pero se cumplieron. Tenía muchas ganas de ver el atomium y no era fácil llegar allí, porque está en medio de ninguna parte y para llegar hasta él tienes que dedicar mucho tiempo y puedes perder la oportunidad de ver otras cosas, pero mereció la pena. Resultó tan grandioso como esperaba.
De todas formas todo esto me lleva a la conclusión de que quizá no debamos esperar tanto de las cosas, ni de las personas, quizá no debamos crearnos tan altas expectativas. Quizá así seriamos un poco más felices, estaríamos un poco más a gusto con nosotros mismos.
Y tú, ¿qué piensas?


Atomium, Bruselas.

Have a nice day.

Musogato

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que qué pienso? Pues verás, yo me he sentido defraudada, hace tan solo un segundo, un momento...Y muchas otras veces. Las personas, sobre todo las personas, siempre nos van a defraudar, porque no son nosotros, no van a hacer lo que nosotros esperamos, no van a ver las cosas como nosotros las vemos, ni van a entender como nos sentimos, porque no son nosotros. Y eso, que puede parecer triste, no lo será si asumimos que es así, que esas personas a las que quiero no son una extensión de mi mente, por mucho que nos entendamos, por mucho que nos queramos. Cuando uno aprende a no esperar es cuando, aunque le sigan
"defraudando", no importe, sea parte de la vida, y no nos haga daño...
Si fuera tan sencillo!!

Un saludo!

musogato dijo...

Tu sí que has cumplido mis expectativas. Que rapidez!. Todavía estaba dando los últimos retoques a este post y ya me encuentro con tu comentario. Y eso que se supone que el post se publica mañana. Muchas gracias!. La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con tu punto de vista. Coincido plenamente contigo, pero desde luego no es sencillo.

Salu2!

Anónimo dijo...

¡Vaya! se me han liado las palabras en la última frase (¿ves? ¡¡yo misma me defraudo a veces!!).
Quería decir (supongo que se entiende) que ...cuando uno aprende a no esperar es cuando CONSIGUE QUE aunque le sigan
"defraudando", no importe, sea parte de la vida, y no nos haga daño...

¡¡El anónimo de antes!!


PD: ¡vaya! ¿que cosas no? yo lo leía mientras tú aún lo retocabas... ¿estaremos conectados?

Anónimo dijo...

Una vez conocí a una persona, que siempre estaba enfadada con el mundo, ...que si este no había actuado como debería haberlo hecho, que si el otro no había estado ahí cuando lo necesitó, ... en fin que siempre eran las cosas externas a ella las que no estaban bien. ¿Que pasaba con sus expectativas? ¿esperaba demasiado de los demás? ¿ella siempre actuaba correctamente?. Bueno, yo sólo sé que gracias a ella aprendí, que no hay que esperar de los demás cosas que sólo están en nuestra cabeza, que no tienen porqué ser válidas siempre y ocurrir porque sí y que además nosotros seguramente tambien defraudaremos y no cumpliremos con las expectativas de otras personas. la solución no la sé, pero creo muchas veces comunicándonos más, y pidiendo lo que deseamos a las personas que queremos, haría que se cumplieran muchas más "expectativas", si queremos llamarle así.
Que rollo, os habéis enterado de algo?

Emi Rodríguez dijo...

¿ Que si debemos esperar tanto de las cosas y personas ? pues creo que si debemos, debemos esperar mucho de todo, lo que no debemos hacer es conformamrnos, eso nunca, acomodarnos e intentar protegernos del exterior sin esperar demasiado pra que nada nos pueda dañar me parece una cobardia, digno de una existencia pedorra. Las decepciones forman parte de la vida, igual que las satisfacciones, hay que esperar lo deseable en cada caso y despues cada cosa da lo que da... c'est la vie !

mireias32 dijo...

Lo mejor es no esperar nada...luego la vida se encarga de darnos cosas
Besos y demas

Anónimo dijo...

Holaaaa! ja ja ja... que voy a decirte yo sobre las expectativas que no te haya dicho ya ...
Pues nada... la verdad es que no puedo añadir mucho más novedoso... sólo decirte que me encanta tu blog y tus comentarios trascendentes... falta un buen café!.
Por cierto el atomium me encantó pero el entorno deja un poco que desear ¿no?...