10 julio 2006

Huir

Me gusta huir. Siempre huyo. A veces, ni siquiera se de qué, pero huyo. Me encanta perderme. Olvidarlo todo, aunque sólo sea por un momento. Y permanecer por un tiempo en algún lugar en el que sé que nadie me encontrará. Porque ni yo mismo me encuentro. Me entusiasma naufragar, sentirme perdido, olvidado, con la mente vacía de preocupaciones, de problemas, libre, pura. Pero para experimentar de vez en cuando estas sensaciones, tengo que pertenecer a este mundo, interaccionar con él, integrarme, relacionarme, vivir en él. Porque sino no tendría nada de lo que huir, o tendría que huir de mi propio paraíso creado y volver a la realidad, al mundo, a mi mundo.

Alguna cala perdida de Mallorca.

Que disfrutes.

Musogato.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias. Yo huyo con frecuencia. Ahora mismo he huido y luego he vuelto para encontrar lo que dejé. Y con la impotencia de ver que todo sigue ahí, igual. Pero disfruté tanto de esa huida, la saboreé tanto, me sentí tan bien que valió la pena. Y aunque no cambien las cosas, sí lo hace la perspectiva con la que las afrontas después. Gracias por recordarme que a veces no es malo tener algo de lo que escapar, porque eso significa que vives...